¿Ha recurrido a un prestamista y está a punto de perder su casa? ¿Compró un coche de Alemania casi nuevo que resultó ser un viejo taxi con cientos de miles de kilómetros a sus espaldas? ¿Buscó empleo por internet y acabó pagando y sin trabajo? Son sólo tres casos de abusos y estafas que proliferan ante la necesidad. Desde las tramas más burdas a las más sofisticadas, cualquiera puede ser una víctima.